En el Pacífico Sur, una de las zonas más inhóspitas del planeta, encontramos las preciosas Islas Cook. Se trata de un archipiélago que está políticamente vinculado a Nueva Zelanda, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia de las dos grandes islas oceánicas. Tal vez sea esa ubicación tan extraña y a la vez privilegiada lo que permite que estas islas se hayan convertido en un auténtico paraíso.
Las Cook cuentan incluso con islas inexploradas, aunque si quieres visitarlas lo mejor es quedarte en Rarotonga, la isla más grande y capital de todo el archipiélago. Aquí sí que se ha desarrollado el turismo, especialmente el de parejas de luna de miel, y se trata de un destino absolutamente encantador. Se puede recorrer fácilmente la isla y disfrutar de su naturaleza y sus playas de aguas turquesa. También podemos disfrutar de la gastronomía local y de las fiestas que suelen hacer en los resorts.
Llegar a Islas Cook no resulta precisamente sencillo, como ya imaginarás. Lo habitual es viajar en avión desde Australia, Nueva Zelanda, el sudeste asiático o Hawaii, que son las zonas más cercanas. Aunque es un viaje largo, vale la pena para disfrutar de una de las pocas zonas casi vírgenes que quedan en nuestro planeta.
México es un país enorme y lleno de ciudades preciosas, tanto en su interior como en la costa. Por desgracia, la mayoría de turistas sencillamente se quedan con Ciudad de México, o con Riviera Maya y los demás destinos habituales de sol y mar. Algunos se adentran a ciudades como Veracruz o Monterrey, descubriendo la magia azteca en su esencia más pura. Pero muy pocos conocen San Miguel de Allende, la auténtica joya escondida de México.
Situada en el estado de Guanajuato, en pleno centro del país, la ciudad cuenta con poco más de 70.000 habitantes. Es un lugar tranquilo y precioso, que presume de su arquitectura colonial, de algunos templos que están entre los más impresionantes de México, y de una oferta cultural y gastronómica a la altura de cualquier otro destino del país. De hecho, fue catalogada en 2008 como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO. Hace poco, la revista Travel + Leisure también la consideró una de las mejores ciudades del mundo para visitar.
Y es que en esta preciosa localidad mexicana podemos encontrar no solo cultura y arquitectura, sino también gastronomía y mucha amabilidad en sus gentes. Es un lugar muy limpio y seguro, demostrando que la leyenda negra que pesa sobre México puede llegar a ser muy exagerada, y además está considerada como uno de los mejores destinos de interior del país.
Galicia es una región llena de encanto prácticamente en cada rincón. Muchos son los que conocen la ciudad de Vigo o A Coruña, aunque seguramente su lugar más popular sea Santiago de Compostela. Pero alejándonos un poco de esta Galicia más turística podemos encontrar también lugares increíbles como Viveiro, en la costa de Lugo, un sitio perfecto para disfrutar de las vacaciones veraniegas.
Viveiro cuenta con playas y un precioso puerto pesquero que nos lleva a conocer las raíces más profundas de esta zona de Galicia. Rodeados de naturaleza, podemos estar en apenas media hora en la arena o imbuirnos de la magia ancestral de los bosques y valles gallegos. Abundan las fiestas tradicionales con música de gaitas y como no, la gastronomía marítima más espectacular. Pero Viveiro también destaca por sus eventos culturales, sobre todo por el Resurrection Fest, el festival de metal más grande de España, que se celebra aquí cada año.
Música, tradición, buena comida y unos paisajes increíbles hacen de Viveiro uno de esos lugares que uno no puede dejar de visitar. Una de las joyas escondidas de la Galicia más tradicional.
Los archipiélagos griegos son muy reconocidos como destinos destinos turísticos desde hace ya un tiempo, y no es de extrañar. Hay muchísimas islas interesantes, llenas de playas preciosas, con pueblos muy pequeños pero acogedores, y también lugares con mucha historia y patrimonio. La fiesta tampoco faltará, si es lo que estamos buscando. Pero más allá de lo típico, de Santorini, Mykonos y demás, existen otras muchas islas increíbles pero algo desconocidas.
Las Lichades, una región conocida como Lichadonisia, consta de varias islas pequeñas, donde solo unas pocas están habitadas. Se trata de uno de los pocos archipiélagos vírgenes que quedan en el Mediterráneo, por lo que son conocidas como las Maldivas o las Bahamas de Grecia. Sus playas pristinas, su naturaleza salvaje y su paisaje volcánico prácticamente virgen hacen de este destino un lugar muy especial para los que se atrevan a ir más allá de lo clásico.
Estas islas son reconocidas entre los amantes de la naturaleza y el buceo, ya que cuentan con unos lugares paradisíacos para este tipo de aficiones. Como decíamos, solo un par de ellas están habitadas, y forman el epicentro turístico de las islas. No hay mucho alojamiento así que es mejor reservar con tiempo si queremos asegurarnos de encontrar un buen sitio para quedarnos.