A pocos kilómetros al norte de Bristol, en una de las zonas más bucólicas de Gran Bretaña, Castle Combe se muestra como un pueblo sacado de un cuento de hadas. Sus calles empedradas, los puentes para salvar el río los magníficos edificios y jardines con los que cuentan lo han hecho destacar como uno de los más hermosos pueblos ingleses.
Castle Combe es una apacible población de tan solo 400 habitantes, que ha visto regenerada su fama a través de los diferentes rodajes que se han llevado a cabo en la localidad en las últimas décadas, con películas como Stardust o War Horse, de Steven Spielberg. Su encanto tan particular y su belleza medieval le convierten en el plató perfecto.
El mercado, la iglesia, sus coquetos hostales y bed & breakfast, los paseos por el bosque que tiene al norte… En Castle Combe se pueden hacer muchísimas cosas interesantes y los turistas lo saben, por eso llegan en masa a esta apacible localidad inglesa, cada vez más conocida en todo el mundo.