Siempre a la sombra de Edimburgo, que irónicamente parece haberse mantenido siempre a la sombra de Londres, la gran capital británica, Glasgow siempre ha permanecido alejada del embrujo tradicional de Edimburgo o la belleza salvaje de las Tierras Altas. Sin embargo, la ciudad del rio Clyde es la capital cosmopolita de Escocia, y una de las ciudades obreras más importantes del norte de Europa.
Tal vez sus calles no sean tan encantadoras como las del Old Town de Edimburgo, pero Glasgow presume con orgullo de su río, sus museos, su ambiente moderno y cultural, sus pubs de música y sus librerías, la mayoría de ellas regentadas por varias generaciones de la misma familia. Visitar la Catedral, la Necrópolis o el West End nos darán una idea de cómo Glasgow ha crecido en estos siglos, convertida en el reverso de Edimburgo, dos caras de una misma moneda.
Escocia está llena de ciudades fascinantes, pero no puedes dejar de visitar, aunque sea por un día, la interesantísima Glasgow, para pasear por sus calles, conocer su Universidad o disfrutar de su ambiente bohemio y moderno, uno de los más envidiados de toda Gran Bretaña. A tan solo una hora de Edimburgo, Glasgow te encantará por el contraste con la capital escocesa.