En el golfo de Nápoles, hay un archipiélago de islas de una belleza extrema. La más importante es Capri, la cual ha sido elegida como destino de vacaciones durante toda la historia, desde el mundo romano, hasta la actualidad por famosos, donde se escondían los paparazzis para cazar las mejores fotos.
El abrupto paisaje de Capri, con elevaciones de caliza, hace que por entre sus caminos se pueda disfrutar de una panorámica increíble de zona de la Campania napolitana.
Una de sus principales atracciones es la Gruta Azul, una cueva marina. Aunque existen varias cuevas marinas en el interior de la isla, ésta es la de mejor accesibilidad para los turistas en barca; las otras se pueden visitar pasando por sus entradas submarinas.
En el interior, la poca luz solar, procedente de otra apertura submarina, da un color azul intenso a su agua, de ahí su nombre. Algunas de estas entradas están conectadas con las antiguas catacumbas romanas.
La leyenda cuenta que cuando una pareja está entrando, se debe besar para sellar su amor en la eternidad.