Irlanda es una hermosa tierra llena de magia, misterio y belleza en cada uno de sus rincones. Una país espectacular con unos paisajes únicos que evocan lo más profundo del hombre, su apego a la tierra y a la naturaleza. Además de hermosas ciudades cosmopolitas donde poder disfrutar de todas las típicas atracciones urbanas como bares, discotecas, museos y catedrales, la hermosa Irlanda cuenta también con algunos rincones únicos en los que sentiremos que la naturaleza nos muestra todo su esplendor.
Uno de los más destacados está en la costa Oeste del país, cerca de la ciudad de Galway, y engloba una parte de dicha costa. Son los conocidos acantilados de Moher, que se extienden a lo largo de más de 8 km sobre la costa, a una altura de hasta 120 metros sobre el nivel del mal, convirtiéndolos en algunos de los más espectaculares del mundo. La impresionante belleza natural de este lugar lleva más de dos siglos atrayendo a turistas a la zona.
Esto hizo que a mitad del siglo XIX, Cornellius O´Brien decidiera construir una gran atalaya en el centro mismo de los acantilados, para que los visitantes tuvieran una mejor vista de aquel paisaje. La O´Brien Tower sigue erigiéndose majestuosa sobre uno de los puntos más altos de los acantilados, y permitiéndonos ver mucho más allá de lo que podemos atisbar desde tierra, incluso las islas de Aran, más allá de la costa.
Su majestuosidad no solo atrae a los turistas, sino también a las grandes producciones cinematográficas. En este lugar se han grabado escenas para decenas de películas, entre ellas algunas tan conocidas como La Princesa Prometida o Harry Potter y El Misterio del Príncipe, así como diversos videoclips de bandas como Westlife o Maroon 5. Un lugar espectacular y muy concurrido, que no te puedes perder si decides visitar la vieja Irlanda.