En 2005, el productor norteamericano Greg Daniels decidió lanzar una comedia basada en la serie británica The Office, contando la vida de unos trabajadores en una oficina de una empresa de papel. Aquella versión americana no solo se hizo más popular que la original, sino que llegó a convertirse, para muchos, en una de las series de humor más grandes y populares de todos los tiempos. Liderada por Steve Carrell, The Office se ganó a la crítica y al público, y les cambió la vida a los más de 70.000 habitantes de Scranton, Pensilvania.
Al contrario que muchas otras series, Daniels decidió que la compañía Dunder Mifflin tendría una de sus sucursales en una localidad real. Escogió Scranton, un antiguo centro minero del norte de Pensilvania, que al calor del éxito de la serie ha visto revivida su fama como lugar turístico. Si bien no se grabó ninguna escena en la propia población, las imágenes de la cabecera sí que fueron tomadas en Scranton por el propio John Krasinski, el actor que hacía de Jim. Un hermoso guiño para la ciudad.
Carteles de la empresa y guiños a la serie pueden ser encontrados en los principales lugares turísticos de la ciudad, que hoy además presume de ser la cuna del presidente Joe Biden. Thje Office estuvo primero para cambiar el destino de Scranton, eso sí, un lugar apacible en el que parece que en cualquier momento te puedes topar con Michael, Pam o el siempre excéntrico Dwight.