Ensalzada por el premio Nobel W.B. Yeats como uno de los lugares más hermosos del mundo, Sligo se ha convertido en una referencia para aquellos que busquen la esencia más auténtica de Irlanda, más allá de las ciudades grandes como Cork o Dublín. Sligo se ubica en la zona noroeste de la isla, justo frente al Atlántico.
La ciudad es partida en dos por el río Garovage, que la cruza por completo hasta desembocar en el precio Louch Gill. Podemos pasear por la preciosa ribera del río, encontrar tiendas y restaurantes en O´Connels Street, rendir pleitesía a los hermanos Yeats en el edificio/galería dedicado a ellos y también visitar la preciosa Abadía de Sligo, ahora en ruinas.
Es una ciudad que aúna la esencia de Irlanda, pero también moderna, con una tradición cultural y musical inmensa, y con un entorno natural a su alrededor que será perfecto para conocer mucho más de esta zona tan imponente del país. La mesa de Benbulben, una formación montañosa en forma de tabla, es sin duda uno de los puntos imperdibles si visitamos la zona.