A muy corta distancia de nuestro país, al oeste del Estrecho, se encuentra Tánger, una ciudad bimilenaria que guarda todo el encanto del norte de África en su interior, una visita perfecta para cualquier época del año. La belleza de los paisajes y la propia personalidad de la ciudad enamoraron ha genios de la talla de Samuel Beckett o Matisse.

Todos quedaron prendados de la idiosincracia de Tánger, de su curiosa geografía y de sus edificios, como el Palacio del Gobernador, hoy conocido como Dar El Makhzen, que guarda un museo de arte marroquí, o la Plaza de la Alcazaba, uno de los lugares más animados de la ciudad. Sitios que uno debe visitar sí o sí si pasa por Tánger.

Además, el Gran Zoco es una de las principales amenidades que ofrece esta ciudad, un sitio donde podemos encontrar de todo y que cada día bulle con cientos de visitantes por sus calles. Tánger ofrece también todo lo mejor de la gastronomía marroquí, para que podamos conocer un poco más a fondo a este país vecino, sin tener que irnos muy lejos.