Ubicada a menos de dos horas de Madrid, en medio de cuatro delas más importantes capitales de Castilla-León, Medina del Campo se ha convertido en una las joyas de la corona del turismo castellano, por todo lo que tiene que ofrecer al visitante ávido de historia, monumentos, gastronomía y cultura. Es una población muy interesante en la que no nos aburriremos nunca.
Sin duda, lo que más llama la atención del pueblo es el imponente Castillo de la Mota que lo vigila desde un cerro cercano, pero no es lo único. Además del castillo, Medina del Campo cuenta con un Palacio Real Testamentario digno de ser visitado, así como la Colegiata de San Antón y el Museo de las Ferias. Pasear por su casco histórico es una auténtica delicia, y encontraremos otros muchos edificios y monumentos dignos de ser visitados.
Como parte de la tradición castellana, la gastronomía en Medina del Campo es también otro gran aliciente para hacer una parada en el camino en esta ciudad, deleitándonos con las carnes y los productos de la huerta de un lugar que puede presumir también de vinos espectaculares.