A 70km de Bogotá, en Colombia, se encuentran las minas de sal de Nemocón, que llevan en funcionamiento desde el siglo XVII.
No sólo es el espectáculo de las minas de sal, sino que el hombre ha tallado esculturas y el efecto con la luz hace que sea una experiencia única. El viaje nos lleva hasta 60 metros de profundidad durante un recorrido de más de 2km. Allí hay una capilla dedicada a San Francisco de Asís.
Lo más bonito e impresionante es la escultura de sal llamado el Corazón de Nemocón, que además tiene un foco de luz roja, que hace que parezca un corazón de verdad.
La temperatura es más baja que en el exterior, para ayudar a la conservación de la sal; asique si vas a visitarla te recomendamos que vayas abrigado.
El gobierno de Colombia quiere reabrir zonas que están cerradas al público, por lo que cuando lo haga se podrá dar un paseo en barca por un lago salino.