Es una de las situaciones más desagradables que se pueden dar en un aeropuerto. Estamos a punto de tomar el avión que nos llevará al destino de nuestros sueños, o volviendo a casa después de unos días fuera, con ganas de estar en nuestro hogar… pero algo ocurre. La aerolínea ha vendido más billetes de los que debería, y entonces se da lo que llamamos overbooking. Algunos pasajeros van a quedarse irremediablemente sin volar.
¿Qué hacer en estos casos? Lo primero, mantener la calma, ya que es una situación en la que tenemos las de ganar. La aerolínea buscará voluntarios para quedarse sin volar, a cambio de ciertos beneficios. Estos pueden ir desde el reembolso del billete y el pago de otro billete al destino, o el traslado completo. También se deberá pagar el coste del alojamiento, en caso de necesitarlo, si es producto de un overbooking.
Si no queremos ser voluntarios y nos negamos, todavía tenemos muchos derechos que recurrir. Tendremos que dejarlo todo por escrito y presentar una reclamación en la propia aerolínea, que deberá encargarse de nuestra dieta y alojamiento, en caso de necesitarlos. Así, también deberán pagarnos una cantidad concreta, que varía según la distancia del vuelo, pero suele ser muy superior al propio precio del billete que pagamos en primera instancia. Igualmente podemos pedir una indemnización por daños y perjuicios, si el no volar nos ha hecho perdernos un evento importante, por ejemplo.