México es un país enorme y lleno de ciudades preciosas, tanto en su interior como en la costa. Por desgracia, la mayoría de turistas sencillamente se quedan con Ciudad de México, o con Riviera Maya y los demás destinos habituales de sol y mar. Algunos se adentran a ciudades como Veracruz o Monterrey, descubriendo la magia azteca en su esencia más pura. Pero muy pocos conocen San Miguel de Allende, la auténtica joya escondida de México.
Situada en el estado de Guanajuato, en pleno centro del país, la ciudad cuenta con poco más de 70.000 habitantes. Es un lugar tranquilo y precioso, que presume de su arquitectura colonial, de algunos templos que están entre los más impresionantes de México, y de una oferta cultural y gastronómica a la altura de cualquier otro destino del país. De hecho, fue catalogada en 2008 como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO. Hace poco, la revista Travel + Leisure también la consideró una de las mejores ciudades del mundo para visitar.
Y es que en esta preciosa localidad mexicana podemos encontrar no solo cultura y arquitectura, sino también gastronomía y mucha amabilidad en sus gentes. Es un lugar muy limpio y seguro, demostrando que la leyenda negra que pesa sobre México puede llegar a ser muy exagerada, y además está considerada como uno de los mejores destinos de interior del país.